RESUMEN
En la actualidad, es imposible ignorar que una exposición prolongada a un entorno sonoro superior a los 80 dB(A) resulta peligroso para la salud auditiva de los empleados. Ante este hecho, son varias las soluciones existentes, como la reducción del ruido en el origen o la dotación de equipos de protección individual (tapones desechables, tapones a medida, orejeras, etc.).
El objetivo es evitar encontrarse en situaciones peligrosas, como las que se presentan en el siguiente vídeo:
Concienciar a su personal acerca del ruido
Para protegerse eficazmente del riesgo que supone el ruido, el proceso debe estar constituido por dos partes:
- Su personal debe ser consciente del peligro de las molestias sonoras y conocer las buenas prácticas para protegerse de ellas.
- Debe seleccionar la protección individual contra el ruido que mejor se adapte.
La selección de la mejor protección individual contra el ruido no es tan simple como parece. No todas las soluciones están al mismo nivel y son muchas las ideas preconcebidas que se difunden sobre las protecciones auditivas. Con ocasión del seminario web 5 ideas preconcebidas sobre las protecciones auditivas, nuestro experto del ruido ha vuelto a abordar estos elementos.
La lucha contra las ideas preconcebidas sobre las protecciones auditivas
Los tapones desechables protegen eficazmente contra el ruido
Los tapones desechables son la protección individual contra el ruido más usada. Su coste unitario es bajo (alrededor de 0,10 €), su atenuación teórica es alta —alrededor de 30 dB(A)— y su implementación no tiene mayor dificultad. Al menos en apariencia.
Si atenúan 30 dB(A) cuando están bien colocados, los tapones desechables solo atenuarán unos 10 dB(A) si no están bien colocados. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, esto no es nada simple: insuficientemente insertados, insuficientemente presionados para que puedan hincharse y ajustarse al conducto auditivo, no adaptados al tamaño del conducto, etc. Los tapones desechables se salen y el empleado deja de estar protegido debidamente.
Cuanto más atenúe una protección, más eficaz es
En una situación en la que sus empleados están expuestos a diferentes intensidades sonoras según sus estaciones de trabajo, es fácil pensar que el mejor medio de protegerlos a todos sería seleccionar el protector con la mayor atenuación según la máxima «Quien puede lo más, puede lo menos».
Los tapones desechables atenúan unos 30 dB(A) siempre que estén bien colocados. Este nivel de atenuación es aceptable cuando el entorno sonoro es igual o mayor de 95 dB(A), sin embargo, puede suponer una sobreprotección cuando los niveles de ruidos son más bajos.
Por sobreprotección se entiende que el sonido se atenúa demasiado y aísla a los empleados. Esta situación genera dos riesgos:
- A sus empleados les cuesta oír las señales de alarma si están aislados del mundo que los rodea. Son incapaces de reaccionar en caso de peligro.
- Cuando sus empleados necesitan comunicarse, se ven obligados a quitarse sus protecciones, con lo que ponen en peligro su salud auditiva.
La norma EN-458 recomienda que el nivel residual percibido con los protectores sea superior a 70 dB(A), aun cuando un nivel de hasta 65 dB(A) se considera aceptable.
Por lo tanto, es primordial conocer los niveles sonoros a los que están expuestos sus empleados antes de seleccionar el mejor medio para preservar su audición.
No es posible comunicarse sin tener que quitarse las protecciones auditivas
Como se ve en el siguiente vídeo, sus empleados deben usar sus protecciones el 100 % del tiempo de exposición al ruido para evitar poner en peligro su audición. Basta con un corto periodo de exposición al ruido sin protecciones para que la eficacia de estas disminuya.
Según el INRS (Instituto Nacional Francés de Investigación y Seguridad):
- Un protector individual contra el ruido no utilizado durante 2 minutos pierde el 25 % de su eficacia.
- Un protector individual contra el ruido no utilizado durante 2 horas pierde el 75 % de su eficacia.
Ante estos hechos, ¿deben sus empleados decidir entre quitarse las protecciones y retirarse de su estación de trabajo para comunicarse? En función de las protecciones individuales contra el ruido seleccionadas, no necesariamente.
Al utilizar las protecciones con un filtro de respuesta uniforme que atenúe la intensidad en todas las frecuencias sonoras, es posible comunicarse y oír las alarmas sin tener que quitarse las protecciones.
El suministro de protecciones individuales contra el ruido es suficiente para cumplir con la ley
Los requisitos de la reglamentación varían en función de los niveles de exposición a los que están expuestos los empleados:
- Cuando las intensidades sobrepasan los 80 dB(A) o los 135 dB(C): el suministro de protecciones auditivas es obligatorio.
- Cuando las intensidades sobrepasan los 85 dB(A) o los 137 dB(C): el uso de protecciones auditivas es obligatorio.
- Cuando las intensidades alcanzan los 87 dB(B) o los 140 dB(C) teniendo en cuenta la atenuación de las protecciones individuales contra el ruido: se trata del umbral máximo tolerado que no se debe sobrepasar en absoluto.
En dos de los tres casos presentados, el suministro de protecciones auditivas no es suficiente para cumplir con la ley. Debe garantizar que los empleados utilicen sus protecciones individuales contra el ruido el 100 % del tiempo que estén expuestos al ruido.
Las protecciones auditivas a medida son más caras que las desechables
Al comparar el precio unitario de compra, es evidente que un tapón desechable es más económico que un tapón de oídos moldeado o que cualquier otro tipo de protección individual contra el ruido. Por otro lado, si tenemos en cuenta este precio unitario y la duración de la eficacia de la protección, se evidencian las limitaciones de esta idea preconcebida.
Tipo de protector | Protecciones auditivas a medida | Tapones desechables |
Coste unitario (impuestos no incluidos) | 150 € | 0,10 € |
Duración de la eficacia | 6 años | ½ jornada |
Coste total/6 años (impuestos no incluidos) | 150 € | 300 € |
Para un uso puntual, los tapones desechables representan la solución más económica. Por otro lado, tan pronto como sus empleados deban estar protegidos constantemente contra el ruido, invertir en la compra de los protectores le permitirá ahorrar a largo plazo.
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